¿Se tiene menos sexo hoy en día?

A finales de 2018, hubo mucha expectación por el reportaje "The Sex Recession" de la revista "The Atlantic". Según estudios recientes, las generaciones más jóvenes de Estados Unidos tienen menos relaciones sexuales que sus padres a la misma edad. Esto no encaja con el hecho de que hoy en día estamos rodeados del tema del sexo todo el tiempo, ya sea en las películas, los libros o donde sea. Y lidiar con ello se ha vuelto mucho más fácil. Está bien hablar abiertamente de sexo (¡menos mal!). Series como "Sex Education" o podcasts como "Oh, Baby" no sólo son entretenidos, sino que dan valiosos consejos para una vida sexual plena. Y aunque no hablemos necesariamente de BDSM con nuestros padres en la mesa, cada vez hay menos tabúes. Y paralelamente, hay muchas más oportunidades de conocer y perseguir las pasiones personales, sin catapultarse a la marginalidad social. El sexo se ha convertido en un tema de moda, absolutamente socialmente aceptable y en boga. ¿Cómo es que los jóvenes tienen menos sexo? ¿Nos hemos cansado simplemente?

Alrededor del 54 % de los estudiantes de secundaria ya habían tenido experiencias sexuales en una encuesta realizada en 1991, mientras que en 2015 era algo más del 41 %. Y el adulto medio solo tuvo relaciones sexuales 54 veces al año en 2014, frente a las 62 acogedoras de finales de los 90. Es probable que incluso se haya reducido algo en los últimos años...

En Alemania, las cosas se ven un poco diferentes en detalle, pero las tendencias son similares: por ejemplo, el estudio "Freizeit Monitor 2019" acaba de revelar que la proporción de alemanes que tienen relaciones sexuales al menos una vez al mes ha caído un 4% desde 2014. Ni siquiera un tercio de los alemanes (30%) tiene relaciones sexuales al menos una vez a la semana. Entre los adultos jóvenes, hay al menos algunos más (40%), pero no son realmente tantos.

Las razones del declive de la vida sexual son múltiples y sólo pueden adivinarse: Por un lado, los jóvenes de hoy están expuestos a un estrés profesional mucho mayor, lo que significa que las relaciones románticas se quedan rápidamente en el camino. Si a esto se le suma la insatisfacción con el propio cuerpo, puede ser bastante difícil involucrarse con otra persona y entrar en el ambiente juntos. Y especialmente con todas las fotos perfectas de Instagram, se ha vuelto muy fácil sentirse inadecuado. Además, existe esa falta de compromiso constante: las aplicaciones de citas hacen que la elección sea enorme: ¿cómo puedes comprometerte, por favor? Esto también se refleja en un estudio que reveló que alrededor del 60% de los estadounidenses menores de 35 años no tienen una relación comprometida. Aunque siguen siendo las parejas cuya vida sexual es estadísticamente más activa.

Y probablemente es cierto que también nos sentimos un poco abrumados por la omnipresencia del sexo y las altas expectativas que a menudo lo acompañan. Escuchamos de todas partes lo bueno que puede ser el sexo. Pero, ¿y si nosotros mismos no lo gestionamos tan bien? ¿Y sentirnos mal después porque no podemos seguir el ritmo? En cuanto a la franqueza, "hablamos mucho de sexo, pero no del sexo que tenemos nosotros mismos", como dice con bastante acierto la periodista e "ilustradora" Kristina Weitkamp en una entrevista. Y lo que hablamos nos hace inseguros. No es de extrañar que las cosas salgan mal con más frecuencia o que simplemente no tengamos ganas de tener sexo cuando se presenta la oportunidad. Especialmente cuando tenemos que lidiar primero con una contraparte (aún) desconocida. En general, parece que cada vez se hace más en teoría: Recoges fósforos, charlas un poco... pero una reunión real y todo lo que viene después no ocurre muy a menudo. De alguna manera es una pena. ¿No es así?

¿Y ahora? ¿Aceptar el desarrollo o podemos hacer algo nosotros mismos si preferimos tener más sexo? Nosotros, por supuesto, estamos a favor de esto último, y por eso tenemos cinco consejos básicos para que en el futuro deje más espacio al sexo en su vida:

1. no tomar siempre el camino más fácil

A menudo tomamos el camino más fácil: una coincidencia y una charla prometedora, pero luego nos acobardamos antes del paso decisivo a una cita en la vida real. O preferimos satisfacernos a nosotros mismos porque es más fácil que involucrarnos en una situación en la que nos sentimos inseguros. Eso se acabó. En el futuro, deja el camino fácil y da un paso adelante con valentía. Si resulta ser un fracaso, siempre puedes marcarlo y pasar a los siguientes intentos.

2. no te atasques en las múltiples posibilidades

Claro, la elección es enorme y es increíblemente difícil decidirse. ¿Preferirías decantarte por el conocido sexy de Joyclub, por el compañero inteligente de la universidad o por ese chico que parece entendernos a la perfección tras charlar un par de veces? Rápidamente te quedas atascado en las posibilidades y, en estado de shock, prefieres no involucrarte en ninguna de ellas. Será mejor que pongas fin a eso también, idealmente concentrándote en una persona a la vez. En caso de duda, siempre puedes conocer a otros cuando se acabe la relación actual. Por cierto, esto es justo para otras personas. ¿O le gustaría ser uno de tantos?

3. permitir una mayor cercanía e implicarse con el otro

Si cada encuentro romántico no es nada a medias y nada entero porque nos inhibimos de comprometernos, esto naturalmente también afecta a nuestra vida sexual. Porque aunque digamos que estamos relajados al respecto, a menudo hay un muro invisible entre nosotros. Un muro de protección que se supone que nos protege de la decepción, por ejemplo. Lo único es que con ello se pueden perder muchas cosas buenas y la cercanía real se convierte a veces en un arte. Por eso: Si un encuentro se siente bien en principio, permite una mayor cercanía con el tiempo y así se dan la oportunidad de hacer más. Esto suele tener un efecto bastante positivo en tu vida sexual.

Y si sale mal, sale mal. Entonces puedes decirte a ti mismo que lo has intentado, y que finalmente se producirá un encuentro prometedor en otro lugar.

4. bloquear los factores de estrés - crear tiempo para la relajación

No hay mayor asesino de la lujuria que el estrés, y ahora es omnipresente. Para no dejar que arruine tu vida sexual, debes crear conscientemente espacios (de tiempo) en los que no pueda entrar el estrés. No importa lo que tengas en mente, puedes ocuparte de ello más tarde. En su merecido tiempo de descanso, lo que cuenta es la relajación, aunque sea en forma de una pequeña y placentera aventura.

Una buena manera de aprender a "desconectar" es mediante la meditación. Pruébalo. O empiece sus caricias con un pequeño masaje mientras escucha música relajante...

5 Habla del sexo y de tus propias necesidades, tanto en las citas como en las relaciones.

El sexo sólo suele ser realmente bueno cuando se conocen las necesidades sexuales de cada uno y los pequeños secretos que utilizan para excitarse mutuamente. Por supuesto, esto requiere apertura y cierta confianza. Pero aunque a veces pueda resultar bastante extraño hablar de los propios deseos eróticos, en realidad no hay nada que temer. No siempre se puede tener una coincidencia perfecta. Pero puede ser genial probar cosas nuevas juntos y sentir cómo llevas a tu pareja a nuevas alturas.

Por supuesto, siempre debes decidir conscientemente con quién quieres compartir tus deseos más íntimos. Sin embargo, dependiendo de la situación, puede valer la pena hacerlo en las primeras citas. Quién sabe qué posibilidades surgirán entonces...

¡Diviértete con nuestros consejos! Háganos saber si le ayudan. Y si conoce algunos consejos de expertos, escríbanos. Por cierto, en el artículo del Atlantic también hubo una buena noticia: A saber, que las personas mayores siguen siendo bastante activas hoy en día. Así que si no tienes mucho sexo cuando eres joven, siempre puedes ponerte al día más tarde.